martes, 18 de febrero de 2014

HUANGASCAR



Escuela de Huangascar



Fragmentos de una carta del Dr. Gamarra amigo de mi padre, contándome como se construyo el comedor para gente necesitada, las condiciones en que estudiaban en esos años.

Mi hermana Irma y su hija iniciaron  el trabajo de crear un restaurante para las madres ancianas en el pueblo de Huangáscar. En una visita que mi hija hizo, por primera vez,  vio la miseria de las pobres ancianas, casi abandonadas, carentes de  alimentos,  asistencia médica, desnutridas y aisladas. Vio que llevaban el peso de sus años sin tener la asistencia familiar, que, también vivían en la miseria. Hizo un esfuerzo para contratar a un arquitecto. Haciendo esfuerzos económicos pagaron por los gastos. Al final,  una pequeña iglesia en Canadá colectó limosnas para ayudar. Visitaron el lugar y el proyecto fué parcialmente  terminado. Necesitan aún ventanas y muebles................
Fué necesario que mi sobrina viaje  para conocer  donde había nacido su madre y  encontró una  realidad  muy triste en un pueblo a pocos kilómetros de la Capital................................ Por allí anduvo  su padre : Guido. Por entonces no había luz ni agua y los niños de la escuela carecían de mesas. Sus asientos eran  " poyos " de barro. Pero allí aprendieron a leer y escribir. Aprendieron matemáticas, la historia de nuestra Patria, las reglas gramaticales y principios morales e  higiene.Allí se forjaron cerebros que mas tarde incrementaron sus conocimientos para llegar a ser  buenos profesionales............. Quién no conoce su pasado histórico no  tiene vivencias que enriquecen el espíritu y  tiemplan el carácter.  Esto me forza a escribir la historia de un pueblo. que me dio el beneficio de haber conocido las necesidades  de  nuestros pueblos  andinos, abandonados por el  Gobierno  central. La carretera fue abierta a puro esfuerzo muscular, con lampas y combas. Terminaron en 22 años..........

Ahora, el pueblo de sus abuelos yace  petrificado, caminando  la trayectoria del molusco conocido como la babosa, con lento progreso......

Cuando Ud. visite esa santa tierra, mire con detalle la topografía, cada curva, cada piedra y bese la tierra  donde su padre y abuelos nutrieron sus sangres. No tuvieron las facilidades y esto era  común en las familias. Fué  esa tierra bendecida que  albergó y protegió a sus hijos y los que experimentaron vivencias no pueden   olvidar las glorias y tragedias de un pueblo llamado Huangáscar............ 

Gracias sr. Gamarra por ayudar a Huangascar, gracias por recordarme todo lo que paso mi padre, sus hermanos, mis abuelos, tengo que conocer Huangascar. 

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