Muy temprano en el bus, escuchaba
una conversación entre dos señoras que viajaban en el asiento delantero,
charlaban y charlaban hasta que una de ellas le dice a la otra - ¡Toda persona
tiene lo que se merece!
¡Toda persona tiene lo que se
merece! Si por supuesto, entonces solo debemos aceptar resignados lo que
tenemos, no luchar y por supuesto ni ayudar a nadie porque si es pobre se lo
merece, si sufre una agresión esa persona se lo buscó se lo merecía, si no es
feliz se lo merece, si fracasó en su proyecto se lo merecía etc. etc.
¡Toda persona tiene lo que se
merece! Que fácil decir esta frase alabándose
o sencillamente se siente tan merecedora de todo lo que tiene que se siente con
el derecho de menospreciar a todos lo que no tenemos tanto como ella.
¡Toda persona tiene lo que se
merece! Es una cachetada de ida y vuelta.
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