Palacio Municipal de Huangascar-Perú
Quiero compartir lineas escritas por un amigo de mi padre y ahora mi amigo; me agrada la forma como recuerda su adorada tierra la provincia de Huangascar, me conmueve su forma de expresarse y recuerdo a mi padre el Tayito que de igual forma extrañaba su tierra.
En terrenos bañados por el río
Mantaro, viven mis hermanos de raza, mis
compatriotas y mi querido compoblano y amigo de infancia: hombre de
conocimiento y mucha sagacidad.
Nicanor
recibió las mismas impresiones que recibí. Todos los cambios telúricos;
modus vivendi de nuestra
gente de
quienes aprendimos las sabias maneras de vivir amoldándose en lugares abandonados por nuestros gobernantes. Huangáscar fué el nido donde
aprendimos a forjar el carácter, donde aprendimos a leer y escribir y
conocimos los principios de nuestra religión . Solo los que vivieron en
las encrucijadas abandonadas de nuestra
cordillera, son capaces de sentir el amor por la tierra que nos vió
nacer. Y hoy, Nicanor y yo llevamos recuerdos de la Noche Buena cuando el Viejo
de Navidad hacía su aparición en las lomas de Cuchicancha, en la parte alta del
pueblo. Allí, con su ronzal en mano y una máscara que daba miedo, hacía su
entrada a la calle principal en medio
de sonidos de las campanas y
quemas de cohetes.
Surgía la
algarabía general a la que los perros
del pueblo se aunaban. Dos orquestas de
músicos hacían su entrada oficial :
Chaupiparte y Sarawasi. Cada orquesta
estaba compuesta de violín, harpa, dos
clarinetes, bombo y un triángulo. Melodías de Huancayo eran escogidas y
penetraban dentro, muy dentro de nuestros espíritus. Despues había
un "contrapunteo " de melodías
entre las dos orquestas. Todo era seguido por el gran baile popular : "
cuatro en cuatro " donde mancebos y doncellas, jóvenes y viejos danzaban
sin descanso, por una hora. Y así, señoras que venían al pueblo cada vez que un
Papa moría en Roma ( Cada 15 años como promedio ), danzaban sin cesar y sus
diez polleras se contorneaban. El polvo se levantaba y nadie se miraba porque
cada danzante estaba en un estado de éxtasis. Y así los tres días de Pascuas eran festejados. En sus movimientos expresaban sus
sentimientos dormidos por muchos años y había libertad espiritual. Son eventos
de un rincón de nuestra Patria y ahora, en estos momentos de
Diciembre 24
de 2013 debe estar ocurriendo en esa tierra que para nosotros era el Paraíso.
Veo la casa donde vivían. En fin, vivo de esos recuerdos.
" Ay mis
cabellicos maire, uno a uno se los lleva el aire ". Y así, la vejéz no
perdona. Uno se vuelve calvo, sin dientes y coronado con arrugas que se parecen
a nuestra cordillera de los Andes. Como no hay escape digamos: Viva la vida, vivan las arrugas y callos y
que los pecados que pudieron haber surgido sean llevados por Belzebú.