Es el colmo como
señoras adultas reclaman que les den asiento en forma airada y prepotente, una
señora mucho menor que yo subió al bus y como no habían asientos desocupados
reclamo a un joven que se levante y le ceda el asiento, el joven no se levantó,
la señora empezó a reclamarle que era un
sinvergüenza, que no tenía educación y otros improperios a los que el joven le
contestaba sin faltarle el respeto, los dimes y y diretes no cesaron durante todo el viaje, hasta que la señora bajo un paradero antes del Hospital Larco Herrera (para
enfermos mentales).
Bajo la señora
muy oronda y el joven le grito cuando arranco el bus, “! Se ha equivocado
señora el Hospital es en el siguiente paradero!
”.
Por favor
señoras no es obligación de las personas cedernos el asiento, porque son
personas adultas piensan que
tienen derecho a obligar a los demás a
cederles el asiento; se exponen a que les falten el respeto.
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